lunes, 12 de noviembre de 2012

Ok, lo sé, no es invierno.


Supongo que te extraño, hablar contigo, estar contigo. Ayer hablamos. No sé si te diste cuenta, pero al comienzo la conversación iba un poco oxidada, y luego, poco a poco se fue soltando y volvimos a ser los mismos de hace 6 meses, de hace un año, de hace un año y medio, de hace 2 años y medio. De hace como 6 años que nos conocimos.  Hace varios meses que no hablábamos, no estamos peleados, pero igual,no nos hablábamos, no tienes idea las ganas que tengo de volver a llamarte, de conversar contigo, como me cuentas tus cosas alegre, como antes. Las ganas de hacerte reír, a carcajadas casi arcadas, y que luego aspires y suspires  como agradeciéndome por haberte hecho reír.
El sábado estuve en la playa, pensé que la casualidad te traería por ahí, aunque estaba seguro que no aparecerías, no dejé de mirar la vereda, la pista, buscando aquel carrito rojo. Ese día conocí a Benedetti, nunca lo había leído y nunca nada me había caído tan acertadamente letal. Claro, además de la insolación del mal que también me cayó letal.


No hay comentarios:

Publicar un comentario