Todas las noches no lucías igual. Sí, no he dejado de visitarte.
Sé que varias veces pensaste en mí, que varias veces no has podido dormir, sé que has llorado, has pensado en arrepentirte, te has arrepentido y no has tenido coraje.
Sé que todavía dudas, quizá es menos, de hecho estoy seguro, cada vez tienes más noches tranquilas y las intranquilas, cada vez son menos por mí.
Sé que pronto perderé este derecho, de viajar a través de tu pensamiento, de ver a través de tus ojos, de sentir tu piel con solo pensarla.
Sé que las cosas para tí son más simples de lo que parecen, se que tienes las cosas claras, pero a veces no logras convencer al corazón.
Sé que estoy perdiendo la batalla,
pero decidí no luchar.
Sé que ahora andas distinta, tienes otra mirada, ya no piensas en mí antes de decidir tu vida, lo sé porque te he visto llegar contenta y con una sonrisa distinta de la que yo te dejaba luego de besarte.
Sé que estoy desapareciendo de tus sueños de alcoba, pero tal vez algún día aparezca en tus sueños de alcohol.
Y entonces
Te volveré a tener, para mi mal.
Esperaré que no sea algo pasajero,
aunque sepa que si lo será.
Mataré, quizá a mi, quizá a mi deseo.
O si no, no.
Aún.
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