lunes, 22 de abril de 2013

Flavia poseía poesía.

Flavia es una chica que lee poemas en los hostales. Paga una habitación una vez a la semana y se pasa la tranquila noche al ritmo de las camas vecinas leyendo poesía y pensando en como él la poseía. A veces pone velas, otras veces solo duerme. Sin embargo, haga lo que haga esa noche, en ese cuarto hay poesía. A ella le gustan los poemas con rima, pero no la rima convencional, a ella le gusta esa rima que tienen las palabras que no riman. Ese "suenan lindo juntas". Pero no se confundan, esa es la forma con la que ella explica a sus amigas, que nunca entienden nada, al igual que ustedes, sus poemas. La verdad, que solo la saben pocos, es que ella busca algo que ha llamado rima semántica. Si, ese "suenan lindo juntas".
La otra noche, fue de poesía. Pagó y subió al quinto piso, abrió la puerta de su habitación con el pequeño llavero, entró, dejó su bolsa tirada a un lado de la cama y se desvistió. No entendía porque si estaba en un quinto piso era la más barata,  tenía una vista hermosa. No era una habitación muy grande, pero era cálida y le daba libertad. Se echó en la cama y pensó en la vida.

 Muy a pesar de todo nunca deja de sonreír, ella es una de esas chicas que sonríe entre besos y dentro de     ellos. La gente siempre se pregunta si tiene novio y su problema radica principalmente en ello. Ella tiene un hombre alado. Para ella es inútil intentar explicarlo, por ello no lo hace, pero los que leen sus poemas lo saben, aunque no la conozcan.
Luego de un rato, tomó su libro de poemas, acomodó las almohadas y se puso a leer. Siempre llevaba en el bolso chocolates y café.

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