domingo, 17 de febrero de 2013

Violeta

Ella todavía mira a través de las ventanas, mira el parque y cuando está en el parque, mira a las ventanas, pero no ve a nadie. Ella se llama Violeta. Violeta está enamorada, todavía no sabe de quién y empieza a pensar que es un qué. Ella está enamorada de la vida, aunque aún no lo sepa y esto pueda cambiar. Es una de las pocas chicas que todavía sale al parque, pero ella no sale al parque porque no tenga otra cosa que hacer o no la quieran en casa, ella va al parque porque le gusta. Violeta cumplió19 años no hace poco, salió con sus amigas a una discoteca en miraflores, pero como siempre, no se sentía cómoda a pesar de ser muy guapa. En lugar de bailar, cosa que le gusta mucho, se puso a dibujar en una servilleta. 
Hoy estuvo sentada en el parque leyendo un libro de poesía. Tenía un lápiz en la mano derecha con el que subrayaba las partes que más le gustaban. Luego de dos horas, regresó a su casa por su bicicleta y se fue al malecón. Eran quizá las 6 de la tarde, pero era verano, así que el malecón se sentía perfecto. Mientras salía de la alameda de Pardo e iba llegando, el malecón la recibía con el aire en la cara y ella no podía evitar sonreír. Buscó su banca favorita, dejó su bicicleta a un lado, sacó de su bolso el libro, la libreta, el lápiz, su cajita de tizas, se agachó frente a la banca y escribió una a una las oraciones y frases que había subrayado de su libro. Cuando terminó, se acomodó el vestido, se sentó en la banca cruzando las piernas y encendió un cigarrillo mientras veía su trabajo orgullosa. 
-Ojalá llueva hoy- pensó mientras sonreía, exhalaba el humo suavemente y apagaba la colilla en el basurero. Violeta era hermosa.

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